miércoles, 25 de diciembre de 2013

Una pieza suelta

Es posible que en los puzzles a veces falte una pieza, pero en este caso sobra. Todas encajan unas con otras a la perfección, menos la última.
La última tiene un color apagado, a diferencia del resto del juego, que es de un tono llamativo. Sus brazos son deformes comparados con los óvalos que dejan abrazarse a las demás piezas. Se podría decir que es la pieza sublevada; o bueno, quizás, la inadaptada. Por más que su tonalidad fuera a la par con las demás, sería su forma el inconveniente e igual ocurriría en el caso contrario.
¿Y si cambiase sus dos partes defectuosas? No quedaría nada de la original en ella, y aún así, tampoco habría un hueco que le correspondiese entre las demás. Así que, la pieza remanente, decide buscar un nuevo puzzle al que le sobre un espacio y en el que ella encaje en tono y forma con sus compañeras, las demás piezas.