martes, 11 de agosto de 2015

El miedo

Y entonces, desperté; todo había sido un sueño- lo luchado y conseguido, lo querido y lo perdido- y se me entumecieron los ojos. El hecho de que, el recuerdo de la historia más bonita que jamás había vivido, se desvaneciera a lo largo de ese día, era motivo suficiente para volver a acostarme. Intentar soñar otra vida contigo, aunque al final acabase sin ti. Tenerte dos segundos en mis fantasías era mucho mejor que despertar y ver mi cama vacía, sin alguien a quien abrazar, sin un "te quiero" mañanero y un café en compañía. Te quería. Pero sin ti, mi vida era una mierda, un sinsentido, un querer y no poder, un ¿te atreves tú o se atreve él? Una agonía. El miedo a decir lo que sentía, el miedo a que tú me rechazaras, el miedo a las burlas, el miedo a las risas, el miedo a estar sola, el miedo a perderte... El miedo a la vida.