lunes, 2 de septiembre de 2013

Soñaba en verso

Gloria estaba  cansada de tantas burlas, así que Gloria decidió acabar con ello para siempre. Anduvo campo a través hasta llegar al riachuelo que cruzaba la pequeña ciudad. Ella admiraba a los grandes poetas como Edgar Allan Poe o Lord Byron, e incluso soñaba en verso. Gloria escribió un poema mientras oía cómo el río seguía su curso y cómo la brisa lo aceleraba. Se preguntaba el porqué de la vida, de la muerte, de su vida y de si debía morir. Sabía que este mundo era de locos y que ella formaba parte de él, pero, ¿de qué manera estaba atada a este sinsentido?
Gloria pasea al lado del río bajo la sombra de los sauces; huele a otoño. Hojas cobrizas acarician su rostro y le dejan respirar la tranquilidad del silencio. Escucha. ¿Lo oyes? Es maravilloso. Parece algo triste, pero la compañía de la soledad es quizás la que más apreciaba Gloria.
¿Gloria?
¡Gloria!

Gloria yace bocabajo en el río. La corriente le arrastra. Gloria no quería esta vida ni sabía nadar. Gloria ahora hace poesía en algún que otro cómodo lugar.

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