Hoy se ha hecho de
noche a las diez de la mañana.
Ni si quiera al sol le ha dado tiempo de entrar por las
rendijas de las persianas, ni los pájaros han querido cantar. Ni si quiera la brisa mañanera ha corrido por
la ventana entreabierta, ni el despertador ha querido sonar. Ni la gente pasa
por las calles, ni las tiendas van a abrir. Hoy no hay nubes en el cielo, pero
a mí me tapan el sol. Hoy, por más que beba, mi sed no se sacia; por más que
grite, nadie me oye. Hoy, por más que corra, no avanzo; por más que duela, no
hay tiempo que cure. Hoy una flor se está marchitando y nadie la riega. Hoy los
pañuelos no secan ni las mantas me quitan el frío.
Hoy llueve, hoy truena. Hoy mi día es la noche, y es la
noche más bella.
La última noche, una noche eterna.
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